Reconocer las emociones para aprender mejor
Durante este semestre, en la materia de Desarrollo socioemocional y aprendizaje, realizamos una actividad muy especial que fue escribir una narrativa sobre nuestras prácticas. En ella compartimos lo que vivimos, lo que sentimos y lo que observamos en el aula. Fue una forma de mirar más allá de los contenidos escolares y poner atención a lo que normalmente pasa desapercibido: las emociones.
A través de los días que estuve con el grupo de 1°A, pude darme cuenta de que la escuela está llena de emociones invisibles, tanto en los niños como en los adultos, vi tristeza, alegría, frustración, cansancio, curiosidad y muchas veces esas emociones influyen más en el aprendizaje que el propio contenido.
Gracias a los textos que leímos en clase, como el del Universo de Emociones de Rafael Bisquerra, entendimos que todas las emociones son importantes y necesarias, incluso las que se sienten mal. No hay emociones buenas ni malas: lo importante es aprender a reconocerlas y gestionarlas.
Bisquerra nos explica que las emociones se pueden ver como galaxias: la tristeza, la ira, el miedo, el amor, la alegría… cada una forma parte de nuestro universo interior. A veces sentimos muchas emociones al mismo tiempo, y en la escuela eso se nota. Por ejemplo, cuando un niño se siente excluido por no llevar materiales, o cuando otro sonríe porque lo invitan a jugar. Esas pequeñas cosas son grandes momentos emocionales que también enseñan.
Escribir sobre mis prácticas me ayudó a darme cuenta de lo importante que es escuchar lo que los niños sienten. No se trata solo de explicar bien un tema, sino de mirar, acompañar, ser empática. Hubo momentos difíciles: la indiferencia de algunos docentes, la tristeza de algunos alumnos, el cansancio acumulado. Pero también hubo momentos hermosos: la solidaridad entre compañeros, las risas compartidas, los juegos que rompían con la rutina.
Las emociones que viví durante esas prácticas me dejaron muchas lecciones:
-
Que la empatía puede cambiar un día difícil.
-
Que el juego y la risa también enseñan.
-
Que la frustración y la tristeza necesitan espacio para ser escuchadas.
-
Que el aprendizaje real ocurre cuando también cuidamos el corazón.
AQUÍ TE DEJO UN LINK PARA QUE PUEDAS LEER MI NARRATIVA
No hay comentarios:
Publicar un comentario